La etiqueta colorida que aparece en los electrodomésticos, como lavadoras, frigoríficos, aire acondicionados, no es sólo un adorno, esta etiqueta es una gran aliada para ahorrarte dinero en tus facturas de la luz, cuidar el medio ambiente y tomar decisiones de compra inteligente. Estamos hablando de la etiqueta de eficiencia energética.
Si te has preguntado alguna vez qué significan esas letras y colores que aparecen en los electrodomésticos, estás en el artículo ideal. A continuación te desvelamos los secretos de la etiqueta de eficiencia y te mostramos cómo puede ayudarte a ahorrar dinero y proteger el planeta.
¿Qué es la etiqueta de eficiencia energética?
La etiqueta de eficiencia energética es un distintivo que proporciona información sobre el consumo de energía de un producto. Es una herramienta diseñada para ayudarte a tomar decisiones informadas al momento de comprar electrodomésticos u otros dispositivos que consumen energía.
Además debemos tener en cuenta que entre el 55% y el 60% del total de electricidad es consumida por electrodomésticos. Por lo que al elegir electrodomésticos eficientes, estarás contribuyendo a disminuir el consumo de energía, lo que se traduce en una menor emisión de gases de efecto invernadero y un planeta más sostenible.
Esta etiqueta de eficiencia es un instrumento fundamental para los consumidores a la hora de elegir electrodomésticos y facilitar el entendimiento de la eficiencia. Dicha etiqueta, presente en una gran variedad de dispositivos, ofrece información importante sobre su consumo de energía, permitiendo a los usuarios tomar decisiones más informadas y responsables con el medio ambiente.
La Comisión Europea, a partir del 2021 se estableció una nueva clasificación e implantó de manera obligatoria la etiqueta de eficiencia energética para la venta de lavadoras, lavadora-secadora, frigoríficos, televisores, monitores, pantallas, lámparas y bombillas. Y en el 2022 se implantó finalmente para secadoras y aire acondicionados.
En España, el uso de la etiqueta de eficiencia energética se implementó oficialmente en 2007, siguiendo la Directiva Europea 2002/91/CE. Esta medida fue un paso significativo para promover la eficiencia energética, reducir el consumo de energía en los hogares y la transición hacia un modelo energético más sostenible.
Información que contiene la etiqueta de eficiencia
Si necesitas calcular el consumo eléctrico de tu casa, debes aprender a leer e interpretar la etiqueta de eficiencia energética en los productos. Este distintivo de eficiencia energética incluye una serie de datos relevantes sobre el consumo energético del electrodoméstico en cuestión, como:
Código QR con información adicional del electrodoméstico. El código QR ofrece la posibilidad de acceder a información adicional sobre el producto de manera rápida y sencilla. Esto puede incluir detalles técnicos, consejos de uso, información sobre mantenimiento, y cualquier otra información relevante que el fabricante considere importante para el consumidor.
Modelo. El modelo del producto proporciona una identificación específica dentro de la línea de productos del fabricante. Esto es útil para comparar diferentes modelos y para buscar información adicional sobre el producto en línea o en las tiendas.
Fabricante del electrodoméstico. El nombre del fabricante es fundamental para identificar el origen y calidad de los dispositivos. Los consumidores a menudo tienen preferencias por ciertas marcas basadas en su reputación y experiencia previa con productos de la misma empresa.
Gama energética. Esta información indica en qué rango se encuentra el producto en términos de eficiencia energética. Esto puede ser útil para tener una idea general de su rendimiento antes de profundizar en los detalles específicos de la eficiencia.
Clasificación energética. La característica más destacada es la clasificación de eficiencia energética, representada por una letra de la A a la G. La letra A indica la máxima eficiencia, mientras que la G representa el menor rendimiento energético.
Consumo anual de energía. Se muestra el consumo energético anual, o por ciclo de uso del dispositivo expresado en kilovatios hora (kWh) para un uso estándar.
Otros indicadores. Dependiendo del producto, la etiqueta puede incluir información adicional como el consumo de agua, el nivel de ruido, la potencia del electrodoméstico, el rendimiento o la capacidad de almacenaje.
Normativa. Es importante que la etiqueta mencione la normativa o estándares aplicables que el producto cumple. Esto proporciona confianza al consumidor de que el producto ha sido evaluado y certificado según los requisitos legales y de calidad establecidos.
Capacidad (litros) y decibelios (dB). Dependiendo del tipo de producto, la capacidad y los decibelios pueden ser datos relevantes. Por ejemplo, en el caso de un refrigerador, la capacidad en litros puede indicar cuántos alimentos puede contener, mientras que los decibelios pueden indicar el nivel de ruido que genera el electrodoméstico en funcionamiento.
¿Qué significa cada letra de la etiqueta de eficiencia energética?
Lejos de ser un simple distintivo, la etiqueta de eficiencia energética es una guía valiosa que clasifica los electrodomésticos según su consumo energético. De esta manera, podrás comparar fácilmente el rendimiento de diferentes modelos y optar por aquellos que te ayuden a reducir tu factura de luz.
Anteriormente la clasificación que existía de eficiencia energética y que actualmente ya no está disponible ni existe era la siguiente:
A+++. La máxima eficiencia energética, con un consumo de energía muy bajo. Correspondiente en la clasificación actual con la eficiencia energética de tipo A.
A++. Una eficiencia energética muy alta, superior a la A+ pero inferior a la A+++. Correspondiente a la eficiencia energética de clase B en la actual clasificación.
A+. Alta eficiencia energética, con un consumo de energía considerablemente menor que los aparatos de clase inferior. Este tipo de eficiencia se puede relacionar a la eficiencia energética C.
Las letras en la etiqueta de eficiencia energética indican el nivel de eficiencia del producto. Esto clasifica a los electrodomésticos según su consumo, desde los más eficientes (A) situados arriba hasta los menos (G) situados abajo. A continuación, te explicamos el significado de cada una de las letras:
Eficiencia energética A
La categoría A es la más eficiente en términos energéticos y se diferencia por su color verde oscuro. Cabe recordar que en la clasificación anterior se la conocía como A+++. Los productos que obtienen esta categoría consumen la menor cantidad de energía y, por lo tanto, te ayudan a ahorrar más en tus facturas de electricidad a largo plazo. Esta categoría es especialmente deseable cuando buscas electrodomésticos de alto consumo, como frigoríficos o lavadoras.
Los electrodomésticos nuevos en el mercado con optimizaciones en el gasto de agua y ruido son un buen modelo de eficiencia energética de tipo A.
Eficiencia energética B
Con la nueva clasificación los productos A++ pasaron a denominarse de modelo B. La eficiencia energética de clase B indica un nivel de eficiencia moderadamente alto. Al igual que la eficacia energética A tiene un color verde pero en este caso es ligeramente más claro. El consumo de energía de este tipo de eficiencia es reducido en comparación con las categorías inferiores, pero aún con margen de mejora.
Un ejemplo en el mercado de España de un producto con eficiencia energética B podría ser un modelo de lavavajillas perfeccionado que consume menos energía que los modelos de categorías inferiores, pero no alcanza el nivel de eficiencia más alto disponible al haber otros modelos mejores en su gama.
Eficiencia energética C
Con la nueva clasificación impulsada por la Comisión Europea, deja de existir la subcategoría A+, y pasa a denominarse eficiencia energética C. El color se vuelve a localizar en el verde, sin embargo, se diferencia del resto al ser mucho más claro.
El rango de eficiencia energética de esta clase se encuentra en un nivel medio en términos de consumo de energía. Los electrodomésticos de clase C son aceptable en términos de eficiencia, pero puede haber opciones más económicas en términos de consumo de energía a largo plazo.
El ejemplo más sonado puede ser un aire acondicionado de clase C que ofrece un rendimiento adecuado pero no es tan eficiente como los modelos de categorías superiores. En este caso, existe la posibilidad de obtener un aire acondicionado con placas solares para mejorar la eficiencia y el ahorro económico en las facturas de electricidad y luz.
Eficiencia energética D
La eficiencia energética de clase D indica un nivel de eficiencia moderado-bajo, su color amarillo contrasta con el resto. Este tipo se sitúa en la mitad de la clasificación y aunque no es de las opción más eficiente, puede ser una alternativa aceptable para quienes buscan un equilibrio entre costo y eficiencia.
Un frigorífico de clase D que ofrece un rendimiento básico pero consume más energía que los modelos de categorías superiores, es una buena muestra de eficiencia energética D.
Eficiencia energética E
La eficiencia energética de clase E indica un nivel de eficiencia bajo. Su consumo de energía es más alto que las categorías A, B, C y D, lo que puede resultar en mayores costos a lo largo del tiempo. El color de esta clase es el naranja, haciendo que el propietario entienda rápidamente la preocupación por el consumo energético.
Un ejemplo de una calificación de clase E podría ser un horno eléctrico de gama baja que consume una cantidad superior de energía y dispone de un rendimiento inferior en comparación con los modelos más eficientes disponibles en el mercado español.
Eficiencia energética F
El penúltimo escalón del rango de clasificación es la eficacia energética F, en términos de consumo de energía. Su tono es el rojo anaranjado, significando que su consumo de energía es alto en comparación con las categorías anteriormente mencionadas. Lo que puede resultar en facturas de electricidad más elevadas.
Ejemplo en el mercado de España: Un ejemplo podría ser una lavadora de clase F que, aunque cumple su función, consume más energía y agua que los modelos de eficiencia más alta disponibles en el mercado español.
Eficiencia energética G
Y por último, la eficiencia energética de clase G indica el nivel de eficiencia más bajo y peor, con un característico color rojo. El consumo de energía es mucho más alto en comparación con las otras categorías, lo que resulta en costos más altos.
Su elevado consumo energético se traduce en una huella de carbono y un impacto ambiental significativamente mayores, ya que a lo largo de su vida útil, un electrodoméstico con etiqueta energética G generará facturas de electricidad muy elevadas.
Como conclusión, podemos recomendar el priorizar la compra de electrodomésticos con etiqueta A, B, C e incluso D, evitando adquirir los dispositivos con etiqueta D, ya que el consumo energético es mucho mayor en este último caso. Optar por marcas eficientes, responsables y sostenibles contribuye al ahorro y evita la contaminación del planeta.
La etiqueta de eficiencia en los electrodomésticos
Cuando se trata de equipos eléctricos, como el frigorífico, la lavadora, el televisor, el horno eléctrico y el lavavajillas, la etiqueta de eficiencia energética es especialmente importante.
Estos electrodomésticos suelen ser los responsables de una gran parte del consumo energético en tu vivienda, por lo que elegir productos con una clasificación de eficiencia alta puede marcar una gran diferencia en tus facturas mensuales y en tu huella ambiental.
El certificado energético y la etiqueta de eficiencia, ¿es lo mismo?
Los conceptos del certificado energético y la etiqueta de eficiencia energética tienden a confundirse, pero son ideas diferentes:
El certificado energético es un documento oficial que evalúa la eficiencia energética de un edificio en su conjunto.
Mientras que la etiqueta de eficiencia energética se refiere específicamente al rendimiento energético de un producto individual, como un electrodoméstico. Además esta etiqueta es obligatoria desde el 2021 en España para los electrodomésticos.
Elegir electrodomésticos con una alta calificación energética (A, B o C) puede suponer un ahorro significativo en la factura de la luz a largo plazo. Además, estos aparatos suelen tener una vida útil más larga y generan un menor impacto ambiental.
¿Cómo ahorrar prestando atención a la etiqueta de eficiencia?
Existen numerosos consejos para ahorrar energía en casa, sin embargo, uno de los más importantes para ahorrar tanto energía como dinero, es prestar atención a la etiqueta de eficiencia al comprar cualquier producto que consuma energía.
Te presentamos cinco recomendaciones para reducir tus gastos con la etiqueta de eficiencia energética:
Compara las etiquetas. Antes de comprar un electrodoméstico, compara las etiquetas de eficiencia de diferentes modelos para elegir el más eficiente.
Prioriza la eficiencia. No te centres únicamente en el precio. Un electrodoméstico de clase A puede tener un precio inicial más elevado, pero te ahorrará dinero en la factura de la luz a largo plazo.
Ten en cuenta tus necesidades. Elige un electrodoméstico con la capacidad y las funciones que realmente necesitas. Un aparato de mayor tamaño o con más funciones de las que necesitas consumirá más energía.
Considera el consumo anual. Además de la etiqueta, fíjate en el consumo energético anual, que se mide en kilovatios hora por año (kWh/año).
Busca alternativas eficientes: Si solo encuentras modelos con etiquetas bajas en la categoría que necesitas, investiga en otras tecnologías o marcas que puedan ofrecerte opciones más eficientes.
Recuerda, la etiqueta de eficiencia energética es una herramienta muy valiosa para tomar decisiones de compra inteligentes y reducir tu consumo de energía. Al entender qué significa cada letra en la etiqueta y cómo afecta tu consumo energético, puedes tomar decisiones informadas.
Además con la instalación de placas solares en tu vivienda podrás aprovecharte de la energía limpia y renovable para ahorrar y cuidar el medio ambiente. La combinación de adquirir electrodomésticos con etiquetas de eficiencia energética A, B o C y la instalación de energía solar representa una estrategia inteligente para maximizar el ahorro energético en el hogar.
Al optar por electrodomésticos con etiquetas de eficiencia energética más altas, los propietarios pueden:
Reducir el consumo de energía de sus dispositivos, lo que se traduce en facturas de electricidad más bajas a largo plazo.
Y aprovecharse de una fuente de energía limpia y renovable para alimentar sus electrodomésticos, reduciendo aún más su dependencia de la red eléctrica tradicional y aumentando su autonomía energética.
Como conclusión, esta combinación inteligente no solo promueve un estilo de vida más sostenible con el medio ambiente, sino que también ofrece beneficios económicos al reducir los gastos energéticos y proteger contra futuros aumentos en los precios de la electricidad.
