En la lucha contra el cambio climático y la búsqueda de un futuro energético más sostenible, el autoconsumo colectivo se presenta como una alternativa innovadora y eficiente.
Esta modalidad permite que un grupo de propietarios, como una comunidad de vecinos, empresas u otras organizaciones, aprovechen energía mientras comparten una misma instalación de energía renovable, generalmente fotovoltaica, para reducir su consumo de energía y disminuir la dependencia de la red eléctrica.
En este artículo descubriremos qué es el concepto de autoconsumo colectivo, cuál es su funcionamiento, las diferentes modalidades que existen a día de hoy, además de los requisitos para acceder y disfrutar de la instalación y los beneficios que puedes obtener.
¿Qué es el autoconsumo colectivo?
El autoconsumo colectivo, también conocido como autoconsumo compartido, lo podemos definir como el consumo de energía compartida por un grupo de propietarios y consumidores, conectados al mismo centro de transformación generada por una instalación de placas solares.
Es decir, se considera que un consumidor participa en el autoconsumo colectivo cuando forma parte de un grupo de varios usuarios que, de manera pactada, se abastecen de energía eléctrica proveniente de instalaciones de producción cercanas a sus puntos de consumo y conectadas a estos.
A diferencia del autoconsumo fotovoltaico individual, donde un único consumidor disfruta de la energía generada por sus propias placas solares, el autoconsumo colectivo permite que varios usuarios se beneficien de una misma instalación, repartiendo los costes y optimizando la producción energética.
¿Cómo funciona el autoconsumo colectivo?
El funcionamiento del autoconsumo colectivo se basa en la instalación de producción de placas solares próximas a los consumidores participantes, como por ejemplo el tejado de un edificio o una zona común. La energía generada por estos paneles se inyecta en la red eléctrica interna del grupo, compensando el consumo individual de cada participante.
En el contexto del autoconsumo colectivo, se considera instalación de producción próxima a las de consumo y asociada a las mismas, a aquella que cumple al menos una de las siguientes condiciones:
Conexión a la red interior o mediante líneas directas. La instalación fotovoltaica debe estar conectada a la red interior de los consumidores que forman parte del grupo de autoconsumo. También se admite la conexión a la red interior a través de líneas directas específicamente diseñadas para este fin.
Conexión a redes de baja tensión del mismo centro de transformación. Tanto la instalación de producción como los puntos de consumo deben estar conectados a redes de baja tensión derivadas del mismo centro de transformación. Esta condición garantiza la proximidad física entre la generación y el consumo de la energía.
Distancia inferior a 500 metros. Cuando la generación y el consumo no se encuentran en la misma red interior, la distancia entre ambos no debe superar los 500 metros. Para determinar esta distancia, se toma en cuenta la proyección ortogonal en planta entre los equipos de medida.
Ubicación en la misma referencia catastral. Tanto la instalación de producción como los puntos de consumo deben estar ubicados en la misma referencia catastral, considerando los primeros 14 dígitos de la misma. Este criterio asegura la cercanía geográfica entre los participantes del autoconsumo colectivo.
¿Quienes pueden ser usuarios y disfrutar del autoconsumo colectivo?
El autoconsumo colectivo abre un abanico de oportunidades para diversos tipos de comunidades:
Comunidades de vecinos. Edificios residenciales con varios vecinos pueden instalar placas solares en el tejado, cubierta o en zonas comunes para compartir la energía generada, reduciendo así su consumo individual de la red eléctrica.
Empresas ubicadas en polígonos industriales. Diversas empresas que se encuentran en un mismo polígono industrial pueden unirse para instalar una instalación fotovoltaica compartida y repartir la energía producida, disminuyendo su dependencia de la red y optimizando sus costes energéticos.
Ayuntamientos y administraciones públicas. Edificios públicos, como colegios, bibliotecas o ayuntamientos, también pueden beneficiarse del autoconsumo colectivo para reducir su consumo energético y contribuir a la sostenibilidad del municipio.
Urbanizaciones de viviendas unifamiliares. En urbanizaciones donde las viviendas se encuentran próximas entre sí, es posible implementar el autoconsumo colectivo, repartiendo la energía generada por una instalación fotovoltaica común entre los propietarios de las viviendas.
Este tipo de instalaciones de autoconsumo colectivo no se limitan a bloques de viviendas. Como has podido ver, también pueden implementarse en urbanizaciones de viviendas unifamiliares y en polígonos industriales. Además, el ahorro en la factura mensual de electricidad, tras la implementación de esta instalación colectiva, dependerá del porcentaje de participación de cada usuario.
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Modalidades de autoconsumo colectivo que existen
Una vez entendido qué es el autoconsumo colectivo y su funcionamiento, podemos mencionar que independientemente de la modalidad de autoconsumo colectivo que se elija, el Real Decreto 244/2019 establece en su artículo 4, apartado 3 la obligatoriedad de que todos los usuarios que se beneficien de una misma instalación fotovoltaica se adhieran a la misma modalidad de autoconsumo.
Este requisito fundamental busca garantizar la equidad y transparencia en el reparto de la energía generada, así como la correcta gestión del excedente de autoconsumo. Para ello, se establece la figura del acuerdo entre participantes, un documento firmado por todos los integrantes del grupo de autoconsumo que recoge los criterios de reparto de la energía.
Existen varias modalidades de autoconsumo colectivo que pueden adaptarse a diferentes necesidades y contextos. Las principales modalidades incluyen:
Autoconsumo colectivo sin excedentes. En este modelo, toda la energía generada se consume directamente por los propietarios, sin inyectar el exceso de energía producida a la red eléctrica.
Esta modalidad es ideal para comunidades donde la demanda de energía coincide estrechamente con la producción, evitando la necesidad de vender energía sobrante a la red.
Autoconsumo colectivo con excedentes. En este caso, la energía que no se consume inmediatamente se inyecta en la red eléctrica, y los consumidores pueden recibir compensaciones económicas por estos excedentes.
Este modelo es adecuado para instalaciones que generan más energía de la que los usuarios pueden consumir en ciertos momentos del día.
Autoconsumo con excedentes acogido a compensación simplificada. Los consumidores que participen en el mecanismo de compensación de excedentes pueden compensar la energía que vierten a la red. Esta energía se valora y se fija a un precio acordado con la empresa comercializadora o al precio medio horario (Pmh) menos el coste de los desvíos (CDSVh) si se trata de un contrato vinculado al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).
Para gestionar el reparto de la energía y los costes, es necesario establecer un acuerdo entre los participantes, donde se definan aspectos como la cuota de participación de cada uno, la forma de medición del consumo y el sistema de reparto de los ahorros.
Reparto de energía entre los usuarios en el autoconsumo colectivo
Para que todos los integrantes de un grupo de autoconsumo colectivo se beneficien de manera justa y equitativa de la energía generada por una misma instalación, es fundamental establecer un acuerdo de reparto de energía.
Este acuerdo, que se establece en un documento firmado por todos los participantes, define cómo se distribuirá la energía consumida mediante coeficientes fijos aplicables durante el período de tiempo fijado. Este documento es fundamental para que el autoconsumo colectivo funcione correctamente, a continuación te mostramos los siguientes aspectos que debe tener:
Código de Autoconsumo (CAU). Un identificador único que asigna la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a cada instalación de autoconsumo.
Modalidad de autoconsumo. Se debe especificar si se trata de autoconsumo colectivo sin excedentes o con excedentes.
Participantes asociados. Se identifica a cada uno de los usuarios que forman parte del grupo de autoconsumo, incluyendo sus datos de contacto, coeficientes de reparto (porcentaje de energía que le corresponde a cada uno), Código Universal de Punto de Suministro (CUPS) y Número de Identificación Fiscal (NIF).
Instalaciones o instalación de generación asociada. Se describe la instalación fotovoltaica, incluyendo su ubicación, potencia y cualquier otro dato relevante.
Firma de todos los participantes. El acuerdo debe estar firmado por todos los usuarios que forman parte del grupo de autoconsumo, en señal de su conformidad con los términos establecidos.
Una vez elaborado y firmado por todos los participantes, el acuerdo de reparto de energía debe ser entregado a la empresa distribuidora de electricidad. Esta empresa se encargará de validar la información y de registrar el acuerdo en su sistema, asegurando así el correcto funcionamiento del autoconsumo colectivo.
De este modo, se evitan conflictos y discrepancias entre los usuarios, se cumple con las obligaciones legales establecidas en la normativa vigente y facilita la gestión administrativa del autoconsumo colectivo.
Requisitos para disfrutar de una instalación fotovoltaica de autoconsumo colectivo
Para poder acogerse a la modalidad de autoconsumo colectivo, es necesario cumplir una serie de requisitos:
Los consumidores deben estar ubicados en baja tensión y conectados al mismo centro de transformación.
La distancia máxima entre la instalación fotovoltaica y los consumidores no debe superar los 500 metros.
Los participantes deben formalizar un acuerdo que regule el reparto de la energía y los costes.
La instalación fotovoltaica debe cumplir con la normativa vigente.
En España, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) ofrece información y recursos para la puesta en marcha de proyectos de autoconsumo colectivo. Si deseas ahorrar tiempo y dinero, en Solar360 te resolvemos todas las dudas sobre el autoconsumo colectivo. ¡No esperes más!
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Beneficios del autoconsumo colectivo
El autoconsumo colectivo ofrece una serie de ventajas para los participantes:
Reducción de la factura eléctrica. El consumo de energía proveniente de la red eléctrica se reduce significativamente, lo que se traduce en un ahorro en la factura eléctrica.
Mayor eficiencia energética. Se aprovecha al máximo la energía renovable generada, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.
Amortización en un periodo más reducido. El autoconsumo colectivo te permite amortizar tu inversión en un menor tiempo en comparación con instalaciones individuales. Esto se debe a que el coste inicial se reparte entre varios consumidores, lo que reduce la inversión individual y te permite empezar a ahorrar desde el primer día.
Menos inversión, más ahorro. Las instalaciones de autoconsumo colectivo se caracterizan por una economía de escala, lo que significa que cuanto más grande es la instalación, menor es el coste por kWp.
Energía renovable y contribución a la sostenibilidad. La energía solar es una fuente de energía renovable y limpia, que no produce emisiones contaminantes ni gases de efecto invernadero. De este modo, se disminuye la huella de carbono y se contribuye a la lucha contra el cambio climático.
Aumento del valor de la propiedad. Las instalaciones de autoconsumo colectivo pueden aumentar el valor de los inmuebles donde se ubican.
Incorporar un sistema de autoconsumo colectivo no solo es una estrategia inteligente para reducir costes y mejorar la eficiencia energética, sino que también representa un compromiso con la sostenibilidad y la innovación en el uso de recursos energéticos.
Solar360 y el autoconsumo colectivo
Como has podido entender el autoconsumo colectivo destaca como una opción atractiva al ser una modalidad de autoconsumo solar en la que un grupo de consumidores, como comunidades de vecinos, empresas o ayuntamientos, comparten una misma instalación fotovoltaica y reparten la energía generada de forma proporcional a su consumo.
Un ejemplo de autoconsumo colectivo es Solmatch de la mano de Repsol. Esta solución energética y renovable que combina la energía proveniente del sol y de la red, permite a los propietarios ubicados en un radio máximo de 2.000 metros conectarse sin problemas.
Con Solmatch la electricidad que consumas de la instalación fotovoltaica no tiene coste, ya que el precio por kWh será de 0 cts. €/kWh. De este modo puedes comenzar a ahorrar en tus facturas de la luz y disfrutar de energía solar en tu hogar sin necesidad de realizar obras o modificar tu instalación actual. Cuantas más fuentes de energía contrates, mayor será tu ahorro en electricidad, gas, recargas y repostajes.
En una sociedad cada vez más consciente de la necesidad de proteger el medio ambiente y reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, la energía solar se presenta como una alternativa rentable, sostenible y eficiente.
Solar360, tu partner de confianza en energía solar, somos expertos en convertir los rayos del sol en energía renovable para tu hogar, comunidad y negocio. Creemos firmemente en el potencial de la instalación de placas solares para transformar la forma en que consumes energía.
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